Arroyo.Linaje
de ascendencia castellana, del lugar de su nombre, en el valle de Valdivieso
(Burgos), de donde pasó a toda la Península. Fueron miembros de la Orden de
Santiago don Antonio de Arroyo y Berrio, de Cádiz, en 1639; su hijo don Bartolomé
de Arroyo y Berrio, nacido en Cádiz, en 1645; don Manuel José de Arroyo y
Medina, natural de Vergara, en 1672; don Luis de Arroyo y Diest en 1684; y don Alejandro
de Arroyo Muñoz, de Córdoba, en 1689. Trae
por armas, en campo de plata, cuatro
palos de azur; sobre el todo, una banda de oro; en bordura, ocho aspas de oro.
Otros, en campo de plata, tres fajas
ondeadas de azur. Otros, en campo de
azur, una torre al natural; en jefe, tres estrellas de azur.
El linaje está presente en Alhama desde su Reconquista. En el repartimiento
de la población, el 28 de enero de 1491, recibían distintas suertes Pedro de
Arroyo y su mujer Juana Ruiz de Porras. Pedro de Arroyo había participado en la
defensa de Alhama y había muerto en la guerra contra los moros de una saetada, en un combate por unas
torres en la vega granadina.
El 12 de diciembre de 1497, Alonso de Arroyo era ya uno de los regidores del
concejo alhameño; y el
16 de enero de 1512, otro Alonso de Arroyo era jurado de Alhama,
como en 1526, cuando el teniente de corregidor era Alonso de Cuéllar, con el alcaide Álvaro Maldonado y los regidores
Hernando de Cuenca, Jerónimo de Aguilera y Cristóbal Triviño. Este
jurado Alonso de Arroyo disponía de propiedades en la Alcaicería, según documento fechado el 19 de mayo de 1530, ante Pedro de Cañete, teniente de pesquisidor de
la ciudad, con las de Loja y Alcalá la Real, cuando Cristóbal Triviño presentaba
una petición para que se le hiciera donación de un colmenar de cuatro fanegas
de tierra en el monte de la Alcaicería, debajo de las tierras del jurado Alonso de Arroyo, donde tenía la
majada Pedro de Cuberos –se dice-. Este jurado Alonso
Arroyo vendió ciertos bines a censo y tributo abierto a la capellanía de María
Jiménez, mujer que fue del regidor Hernando de Cuenca, y al clérigo Pedro de
Arroyo, capellán de la citada capellanía. Y en el desempeño de la
juraduría se debió de mantener el linaje hasta que retomamos la secuencia de
actas capitulares conservadas, en el último tercio del siglo XVI pues, llegado
el año 1569, sigue formando parte del cabildo concejil con el
caballero Pedro de Arroyo, al que localizamos en la guerra de las Alpujarras,
como alférez y al frente de las milicias organizadas por la ciudad, para defenderse
de un más que seguro ataque de los moriscos levantados;
por estos servicios en la guerra recibiría
salario de 20 ducados; siguió firmando la documentación
capitular hasta 1579,
esta documentación capitular, de mayo de 1579, confirma sus alianzas con la
familia Izquierdo, al reconocer que Pedro Izquierdo, regidor y vecino de Alhama,
durante 20 años, era suegro de Pedro de Arroyo; y que estando el primero
enfermo, renunció al oficio en Luis Cuadros Monsalve; pero, al no vivir los
veinte días requeridos por ley para poder materializarse la transmisión, el
oficio quedó vacante y revertió en la corona. Pedro de Arroyo, casado con la
hija de Pedro Izquierdo, doña Beatriz de Vera, reclamó el oficio de su suegro
para sí, alegando la insuficiente dote de su esposa; y para lograr el fin
perseguido, este Pedro de Arroyo instaba a la Justicia y Regimiento a solicitarlo.
El cuerpo capitular, atendiendo a la certeza de lo expuesto y a que era hombre honrado y principal, que sirvió al Rey en el levantamiento de los
moriscos de soldado y alférez con sus armas, refrendaba su petición.
Aun así, el día 8 de abril de 1580, firmaba
las actas Pedro de Arroyo como jurado, junto con Francisco de Vallarta. Poco
tiempo se mantuvo como regidor, dado que en 1581 renunciaba al oficio, que
pasaba al también vecino Andrés Guerra, con su correspondiente provisión real
y título de juraduría, fechados en 27 de agosto de 1581...
Para más información, veáse del autor Genealogía, Heráldica, Historia y Sociedad..., vol II.