Delegación de
Cultura y Turismo del Excmo. Ayuntamiento de Alhama 2000
|
D.L.: Gr: 366-2001
ISBN:
84-930749-4-2
UNA CIUDAD DEL RENACIMIENTO ANDALUZ DE "LA EDAD DE CARLOS
V": ALHAMA
(El texto corresponde a la conferencia pronunciada el
día 7 de mayo de 2000 en el salón de plenos del Excmo. Ayuntamiento de Alhama
de Granada, con motivo de los actos celebrados con ocasión de la conmemoración
del V Centenario del nacimiento del Emperador Carlos V).
En primer lugar quiero
dedicar este acto a mi padre que enseñó a su familia a seguir el camino recto y a estar siempre del lado del necesitado y no del prepotente, costase lo que costase, por tratarse del primer acto público
que realizo en el cual él no está presente.
El
título. Traemos
a colación el título recordando las palabras del viajero Antonio Ponz, cuando
en las postrimerías del siglo XVIII, tras su visita a la población concluía con
estas palabras:
Tal
qual cosilla de Arquitectura se encuentra en la ciudad de la edad de Carlos V,
y de mas acá; pero es de poca consideración.
No
vamos a tratar de rebatir la opinión de Ponz, y tampoco nos vamos a empeñar en
buscar una estrecha relación entre esta población y el Emperador, a pesar de
encontrarnos en la conmemoración de su centenario, ya que nos parece poco
relevante el esfuerzo. Por ello, aunque maticemos algunos puntos relacionados
con este personaje trascendental para la historia de España, Europa y América,
creemos más interesante comentar o hablar de la Alhama de la Edad de
Carlos V. Cómo fue y cómo se vivió en aquella población practicamente
desconocida hoy para nosotros.
La
identidad alhameña. Históricamente se diferencia Alhama de
numerosas ciudades de su entorno andaluz por tener una personalidad propia,
matizada manifiestamente por su historia, de manera casi estereotipada. Una
ciudad que entra en el campo de la fama gracias a cuatro
elementos:
-Su
emplazamiento.
-Su
Conquista.
-Su
Balneario.
-Su
Romance.
Existe
otra caraterística, quizá no tan conocida ni estereotipada, pero que sí
revistió más importancia en el vivir cotidiano de sus moradores desde el
Renacimeinto: Sus privilegios reales.
De
tal manera que podemos decir que son estos cinco puntos los que conforman la
definición o la esencia de la población.
La
relación con la monarquía
Cuando
en 1992 me dirigí a S. M. el rey Juan Carlos, obsequiándole con un ejemplar de
una de mis primeras obras de temática alhameña, el libro Los
privilegios reales concedidos a la ciudad de Alhama de Granada, -por lo que
hoy aprovecho para recordar, al mismo tiempo que agradecer su amable y generosa
respuesta- lo hacía, claro está consciente de la estrecha relación que esta
población mantuvo a lo largo de su historia con la corona y la realeza
española, que principia claro está en el momento de su conquista con su carta
de privilegio, se continúa con la donación al príncipe don Juan el
22 de mayo de 1496 y con el paso al infantazgo que establecieron para su hijo,
junto con otras ciudades principales de la corona. La prematura muerte del
príncipe en septiembre de 1497, impidió que la historia se escribiera de otro
modo, ya que no tuvo trascendencia política ni administrativa por la corta
vigencia del mismo, pero que de algún modo diferencia a la población del resto
de las ciudades de los reinos castellanos y andaluces.
Pero
la confirmación de los privilegios hasta Carlos III inclusive mantuvo tal
relación; no sin contrapartidas de tipo económico en determinados momentos. No
es casual que el fallecimiento de los monarcas causara en Alhama especial
consternación, fruto de los cuales fueron los sermones fúnebres que se
pronunciaron en la iglesia mayor con motivo de las exequias en distintos
momentos, de los cuales nos quedaron dos bellas muestras impresas, como fueron
los de Garcia Colorado y Toledano, con motivo del fallecimiento de Felipe V, y
el que pronunciara Jiménez Espejo con motivo de la reina esposa de Fernando VI
María Bárbara de Portugal.
Su
carácter de ciudad realenga se confirma, por tanto, con los los elementos
arriba comentados; pero hoy no vamos a hablar ni de su emplazamiento, ni de su
Conquista, ni de su Balneario, ni de su Romance, ni de sus privilegios reales;
sino que trataremos de perfilar los elementos que la relacionaron con el
emperador y nos referiremos a cómo era y como transcurría la vida en Alhama en
la transición del Renacimiento al Barroco.
La
relación de la población de Alhama con el emperador.
En
recuerdo de esta ciudad renacentista y del emperador perviven aún, con
necesidad de pronta restauración el escudo imperial en el Caño Wamba
semiperdido y sobre los arcos del campanario de la iglesia parroquial. Sus armas,
muy
deterioradas, son perfectamente apreciables elementos como el águila imperial
bicéfala, timbrada con la corona cerrada del Sacro Imperio y las Columnas de
Hércules. Todo se enmarca con el yugo y las flechas de los Reyes
Católicos.
Este
emblema se encuentra ubicado en dos lugares bien distintos en Alhama: por un
lado, lo encontramos en la fuente pública renacentista, en el casco antiguo de
la ciudad, en el popular caño Wamba; por otro, en las enjutas de los arcos que
dividen el campanario de la iglesia mayor. En ambos, bastante deteriorado por
las inclemencias del tiempo.
En
el primer lugar, apenas se aprecia: el águila bicéfala timbrada con la corona
cerrada del Sacro Imperio las alas desplegadas, sobre corona real; lo demás,
perdido. Flanqueadas por las columnas de Hércules, símbolo de las Indias, según
Marliani, y el yugo y las flechas de los Reyes Católicos; en leyenda, la data
crónica: 1531, quizá sea su temprana ejecución el motivo por el que se recogen
ambas insignias.
En
el segundo lugar, el águila es imperial de estilo alemán.
Sobre el privilegio
del Emperador Carlos V
Curiosamente de todos
los monarcas españoles que confirman el privilegio a Alhama desdes los Reyes
Católicos a Carlos III, sólo fue el rey Carlos I el que no lo hiciera. La razón
fue bien sencilla: la reina de Castilla fue su madre hasta 1555, año de su
muerte, siendo el de la abdicación de Carlos I el de 1556, por tanto la
confirmación real del privilegio no fue necesaria; la reina Juana lo había
confirmado en 1515.
El prioradgo de San
Benito de Alhama.
Tal vez otro punto que
nos relaciona al Emperador con la población es la concesión en 1517 del
prioradgo de la iglesia de San Benito de Alhama, de la Orden da Calatrava, que
se encontraba vacante en ese año. Un tema distinto sería conocer dónde se
encontraba esta iglesia, a lo que nos dedicamos en nuestra Historia
eclesiástica de Alhama.
Para ver pinchar aquí:
Para ver pinchar aquí: