jueves, 12 de julio de 2018

El Conjunto Arqueológico Medieval de Alhama. Salvador Raya Retamero


                Desde hace varias décadas luchamos para que el Conjunto Arqueológico Medieval de Alhama, llame la atención de ciudadanos y gobernantes, a fin de darle la protección patrimonial que necesita y un vuelco demográfico y económico total a la comarca.
                A este conjunto arqueológico de Alhama -como a su primitivo emplazamiento en la Mesa del Baño,   nos hemos referido en múltiples ocasiones y, al menos, ahora, conocemos su perímetro amurallado, sus torreones y sus puertas y portillos y delimitamos y delineamos su planta. Sería importante que en algún no momento nuestros representantes aunasen empeños   a fin de conseguir la materialización de un conjunto arqueológico respetado, motor del desarrollo económico de la comarca.
                No olvidemos que para alcanzar el reconocimiento actual de Medina Azahara, se tuvo que empezar hace cien años con Alfonso XIII, prosiguió con la dictadura y se remató con la democracia; pero partió su reconocimiento por los propios del lugar. Actualmente, todos los líderes políticos se felicitan: Pero…, hay que empezar en algún momento. Nuestra labor ha concluido, queda la de los líderes, para que algún día se pueda celebrar como un "orgullo" para Granada y para Andalucía. La Alhama medieval constituye un espacio arqueológico de de primer orden: una ciudad de nueva fundación, con posibilidad, erigida a mediados del siglo X, continuadora de la urbe romana, abandonada, por las revueltas muladíes, permaneciendo desde entonces ignorada hasta la actualidad.
                El espacio amurallado de Alhama constituye un conjunto urbano completo que incluye, además del callejero urbano y su prominente elevación, su fortaleza, perímetro amurallado, puertas, mina…, lo que permite obtener un conocimiento exhaustivo de la ciudad medieval. Por otra parte, la excepcional conservación del entorno facilita la recuperación de los valores paisajísticos y de emplazamiento que influyeron en la elección del espacio para su reedificación, como las huellas de su impacto administrativo en sus alquerías.
                La universalidad de valor material y cultural del emplazamiento se ve incrementada por tratarse de un ejemplo conservado de una ciudad medieval en el ámbito europeo y aún de ese periodo histórico en el conjunto de la cultura islámica.El proceso de recuperación se debe iniciar en su perímetro amurallado, mediante su excavación y protección por las instituciones públicas, con las contribuciones estatal, autonómica y municipal, facilitando la máxima protección e impulsando la constitución de un ente específico para su gestión arqueológica, dotándolo de las instalaciones y personal cualificado.