miércoles, 23 de mayo de 2018

La Puerta de la Mina de Alhama de Granada. Salvador Raya Retamero.


La Puerta de la Mina. Fue la puerta utilizada para la comunicación con las alquerías y la costa, según la documentación capitular. Su localización topográfica no reviste mayor dificultad, ya que conocemos con exactitud dónde se localiza la mina, el camino subterráneo (incomprensiblemente abandonado de las Administraciones de todas las épocas, de la dictadura y de la democracia, que amenaza inmediato desplome), que comunicó con el río y el puente que existió allí, del mismo nombre: de la Mina, destruido por las avenidas a comienzos del siglo XIX, no reedificándose más, sustituido por el de nueva construcción, en la fecha, apenas un centenar de metros aguas arriba, junto a los molinos; la puerta se superponía a este camino subterráneo o mina; menos transitada que las dos principales, tal vez, por la dificultad manifiesta para el paso de caballerías, complicado por su angostura y la empinada subida a salvar; se abría al camino de Arenas y a los partidos del Carneril y comunicó con las alquerías y la costa granadina; como se dijo, este camino se encuentra excavado parcialmente en la roca, desde el puente de la Mina, sostenido por muros de medievales y groseros sillares, que perduran, como testigos silentes de los tiempos desaparecidos.
      La mina. Gómez-Moreno la describió en el siglo XIX: Está formada de piedra pequeña a medio labrar, o devastada simplemente. La entrada se encuentra hoy como a diez o doce varas del lecho del río y la ocultan dos peñones y asciende como a diez varas hasta su salida interrumpida actualmente esta subida subterránea y la cual forma algunas de sus paredes. La entrada tiene a su derecha un pilar de piedra labrada, como de cinco varas de altura, y a la izquierda de la roca forma un arco ojival de entrada, compuesto de dos segmentos de círculo que se cortan. Los arcos donde arrancan los diversos tramos de la bóveda son semicirculares, quizás para darle más solidez por la mala disposición del irregular material con que están codificados. Este camino cubierto parece que había de subir hasta los silos (…) Los muros antiguos de sostenimiento de este camino se conservan en algunos pasajes habiéndose destruido en otro sitio por el desprendimiento de grandes moles de piedra. También están algunos trozos de este camino interrumpidos por la misma causa estando todavía empedrados los restos que quedan. Las paredes están a un lado. Su finalidad no fue otra que la de un acceso protegido para su utilización, en caso de sitio, como ocurrió en la Reconquista y, con seguridad, en los momentos de las rebeliones muladíes, con ocasión del puesto por el emir de Córdoba a Omar Ibn Hasún, como se vio, o el de Fernando III. La tradición popular sublimatoria, alcanza aquí su apoteosis, influida por el romanticismo decimonónico, pues hace llegar esta mina, ni más ni menos que, a la alcazaba, como ya recogía Pascual Madoz. Por Gómez-Moreno González conocemos, aproximadamente, la longitud de la misma: diez varas hasta su salida, unos nueve ms; longitud suficiente para comunicar el río y con el interior de la muralla, su principal cometido. Su salida, extramuros, se localiza bajo la Puerta que la remataba; persiste intramuros la callejuela del mismo nombre, típicamente medieval. Esta nomenclatura se registra en algunos documentos del siglo XVI, actas capitulares y protocolos.


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Irrumpe la devoción a la Virgen de las Angustias (1709). Salvador Raya Retamero.


Irrumpe la devoción a la Virgen de las Angustias (1709). Estamos en el siglo XVIII. Corría el mes de junio de 1709, cuando, con motivo de una plaga de caballeta, que afectó a puntos dispersos de la jurisdicción, llegó hasta la ciudad un religioso capuchino, pobre, para conjurar el azote, dispuesto a permanecer el tiempo necesario, hospedado en casa de vecino, a cargo del presupuesto municipal. Fue este fraile quien propuso que, para facilitar el fin de la langosta, se habrían de nombrar dos patronos: una imagen de la Virgen, para rendirle culto en una de las iglesias, y un Santo, cuando encontramos por vez primera una alusión al patronazgo de la Virgen de las Angustias: Que para el mejor éxito de la extinción de la langosta tiene por preziso y conveniente el que por esta ciudad se señale por su Patrona una de las imágenes de Nuestra Señora de las Angustias. A este fin, se realizó el correspondiente sorteo, introduciendo el nombre de las imágenes en un caldero, con el objetivo de señalar como tal Patrona para luchar contra la plaga, la advocación cuya papeleta se extrajese dos veces. Las repetidas fueron la Purísima y San Francisco de Asís. De todas formas, el acto no sentó precedente inmediato, a la hora de fijar el patronazgo de la Virgen de las Angustias pues, aunque la Purísima, fue procesionada, con frecuencia, tanto con anterioridad como con posterioridad a la fecha y durante todo el siglo XVII se celebró su patrocinio, tras el nombramiento de San Francisco de Paula, en 1741, la documentación sólo se refiere a él con claridad, como Único Patrón de Alhama. Y éste, nada tuvo que ver con la plaga, según los autos seguidos por el licenciado don José Rafael de Rojas Sandoval, cura de la iglesia mayor parroquial, para la consecución de la erección por Patrono al Glorioso Patriarca San Francisco de Paula:
      Por cuia actiuidad y eficacia de derecho apoderado a benido efecto el que se aya erejido y nominado canónicamente por el Ilustrísimo Señor Arzobispo de Granada por único Patrono de esta dicha ciudad a dicho Glorioso Patriarca San Francisco de Paula, como consta de su auto de erección y nominación, que se le dio a la letra, después de lo qual el dicho don Joseph de Roxas, que precedía licencia, se halló presente manifestó a la ciudad la singular onrra y conplasenzia que adquiría en hauer contribuido a la satisfazión de la ciudad en la solicitud y axenzia de un aumpto tan interesable y señalado, en que continuaría hasta su perfezión, con los deuidos cultos y festiuas demostraciones al Santo Patriarca y Patrono, siempre que el agrado de la ciudad se manifestase seruida en ella. Y la ciudad, por medio del Señor Decano y en yntelixenzia de lo antecedente, hizo la más uiua y deuota expresión de un efecto tan plausible.

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Sorteo del patronazgo de la Virgen de las Angustias y un Santo en Alhama,
en 1709.
            Que para el mejor éxito de la extinción de la langosta tiene por preziso y conveniente el que por esta ciudad se señale por su Patrona una de las imágenes de Nuestra Señora de las Angustias en las iglesias y conventos y las hermitas della y un Santo de los de su elección y deuozión. Y aora, para que la elección se haga con azierto, se echen suertes, y que la imagen de Nuestra Señora y del Santo que saliere por dos vezes sean los que ha de ser patronos a los quales la ciudad les ha de botar fiestas anuales con toda solemnidad en los días que tubiere por más conveniente para que por su interzesión y patrocinio se aplaque la justicia divina librándonos de esta plaga de langosta este año y en los demás adelante. Y así lo pone en la consideración de esta ciudad para que lo execute si lo tubiere por conveniente.Y por esta ciudad entendido la dicha proposición acordó se execute según y en la conformidad propuesta por dicho religioso capuchino. Y expresada por dicho alcalde mayor se hizo el sorteo y entraron en él las sagradas imágenes de la Purísima Concepción, Nuestra Señora del Rosario, Nuestra Sra. de las Angustias, Ntra. Sra. del Carmen, Ntra. Sra. de la Caueza, Nuestra Señora de los Remedios; y por dos bezes la de la Purísima Conzepzión.                       
       Y se pasó a hazer el sorteo del Santo que a de ser patrono y entraron en él el apóstol San Pedro, el patriarca San Joseph, el Evangelista San Marcos, San Nicolás de Bari, San Antonio de Padua, San Francisco de Asís, San Miguel, San Francisco de Paula, San Pedro de Alcántara, San Juan Baptista y San Isidro Labrador; y así mesmo salió por dos vezes San Francisco de Asís. Y la ciudad aprobó las dichas suertes y difirió a dicho cabildo el botarle y señalarle fiestas anuales.                                                                                                                                        

      Si la devoción a Nuestra Señora de las Angustias la comprobamos desde 1709, también comprobamos cómo desde 1726 se denominaba ermita de las Angustias, cuando el presbítero don Pedro López de Ortigosa, hermano mayor de la Hermandad de la Caridad, en la ermita de nuestra Señora de las Angustias, fabricaba una casa hospital para todo género de pobres. Es por ello que, a mediados del siglo, en 1752, La Virgen y el Nazareno permanecían en su templo como debieron de estarlo siempre y, por eso, los presbíteros don Juan Moreno y don Francisco Jiménez de Raya pedían, como comisarios de la Hermandad de los Dolores, que la ciudad se dignase asistir a su celebración en la iglesia parroquial: …como comisarios de la Sagrada Congregación de Nuestra Señora de los Dolores, de la ermita de Santa Cruz, con el título de Angustias, intramuros de la ciudad.
      No sabemos desde cuándo, pero en estos años ya existía la Hermandad de la Virgen de las Angustias y su procesión general que, presumiblemente, desde el principio, sería coincidente con el Viernes de Dolores, como comprobamos en 1763, cuando se invitó a la ciudad a la fiesta mayor de la Congregación de Nuestra Señora de las Angustias y a la procesión general desde su ermita. Y continuaba, en 1764, según certificación del escribano, de la rogativa realizada en la iglesia mayor, ante el Santísimo Sacramento y San Francisco, y de la procesión general, a la que asistieron las Hermandades de la Concepción, de las Angustias y de la Aurora, participando un importante concurso de vecinos alumbrando, el clero y la ciudad.
      Es pues claro que, en el sentimiento popular de la ciudadanía, la devoción tradicional a la Purísima y a la de los Dolores llevó a considerar el patronazgo de la Virgen de las Angustias, en 1709, en uno de los más severos episodios de peste o de saltarén padecidos, donde se imploraba a la Inmaculada Concepción, cuya advocación resultó dos veces repetida, identificada en ese acto con la Virgen de las Angustias y, en 1763-1764, con la aparición de la Hermandad de las Angustias. Por ello se puede considerar la centuria de tránsito hacia la consagración definitiva de las Angustias, en el siglo XIX, cuando se introdujo esta devoción, tan granadina, pues, para 1885, ya se recoge explícitamente el patronazgo de la Virgen de las Angustias, en una crónica del Defensor de Granada, cuando se alude a la ermita como, la ermita de Nuestra Patrona María Santísima de las Angustias. Y lo vuelva a confirmar el catalán-español Ventalló Vintró en 1885: Sobre éste se halla la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias, patrona de Alhama, hermosa imagen muy venerada por sus habitantes.
      Es evidente que la devoción a la Virgen en Alhama y la protección de la misma se respiró desde la Reconquista, como bien ilustra la hazaña de Hernando del Pulgar, cuando acude a Granada a fijar en la puerta de la mezquita mayor la leyenda del Ave María. Hasta el siglo XVIII, bajo la advocación de la Inmaculada, confundiéndose después con la Virgen de los Dolores y desembocando finalmente en la aparición de la advocación de la Virgen de las Angustias.
      Por tanto, Alhama, donde se viven fervorosamente los actos de la Patrona todos los Viernes de Dolores, cuenta con dos fechas históricas: 1752, cuando ya documentamos los actos por la Hermandad de los Dolores, continuados en 1763, con su fiesta, mayor de la Congregación el viernes, 25 de marzo de ese año, el Viernes de Dolores.
      El Patronazgo de San Francisco se mantiene a lo largo del siglo XVIII y, además, Sánchez de Gálvez reconoce que llegaba hasta sus días, o sea, hasta después del terremoto. Dice: Circunstancias ajenas a la voluntad del vecindario, retardaron el Breve de Roma, que fue obtenido de la Santidad de Pío VI, el 30 de abril de 1790. Desde entonces hasta la fecha subsiste el Patronato; empero la devoción ha tenido diversas fases. También afirma Gálvez que la devoción a la Virgen de las Angustias como Patrona se mantuvo férreamente y por ello se creó en el siglo XIX una asociación de siervos devotos de María, que hacía a la Virgen un lujoso septenario el Viernes de Dolores: pues es tanta la fe y piedad de los alhameños para con la dolorida Señora, que parece no tienen otro ángel tutelar, ni conocen otra fiesta que la suya.
Ermita de la Santa Cruz y de las Angustias,
 en un grabado anónimo del siglo XIX.

      Por otro lado, en 1860, también confirmamos la devoción tradicional que se tenía en Alhama a la Virgen de las Angustias, como lo reconocía su mismo alcalde constitucional Antonio Luis de Montes, cuando proponía al pleno hacer una procesión de la Virgen de las Angustias a la que la generalidad de los vecinos se había encomendado desde siempre, desde la iglesia de las Angustias a la Parroquia, y se coloque en el altar acostumbrado. De esta manera, más o menos inconsciente, se iría configurando el patronazgo actual de la Virgen de las Angustias, materializado en Alhama para cuando tomó impulso, desde 1887, tras el refrendo que la Santa Sede hiciera del patronazgo para Granada, después de llevar cien años su Ayuntamiento considerándola Patrona[9].


[9] La devoción a la Virgen delas Angustias es clara en 1886. Significativa la prensa: Hoy ha sido para esta desventurada ciudad día de pena y de alegría: de pena, porque al recordar las aflictivas circunstancias que nos rodeaban en el mismo día del año ante-próximo, en que la hermandad de caridad, según sus estatutos, celebra constantemente la función religiosa, sacando en procesión a Nuestra amantísima madre María Santísima de las Angustias, desde su casa ermita a la parroquia, donde se celebraban los solemnes cultos, y que en la tarde de hoy volvía a su Santuario, cultos que, con un pesar extraordinario, no pudieron celebrarse, porque la iglesia de la Virgen quedó resentida por el terremoto, los edificios de la estación unos por tierra y otros en inminente peligro, y las calles intransitables; hoy, gracias a Dios, que por intercesión de tan bendita Madre han cesado algunas de nuestras muchas desgracias, porque la ermita se reparó, y sirve de parroquia, con fondos que facilitó el Excelentísimo e Ilustrísimo señor Arzobispo don Bienvenido Monzon (q.s.g.h.), ha podido tener efecto la solemne función religiosa con exposición de S.D.M., y nuestro párroco el Dr. don Federico A. Sánchez pronunció con elocuente sermón de circunstancias, consiguiendo arrancar muchas lágrimas del concurso que podía contener el reducido templo; mas como el pueblo no se satisface sin ver en la calle a su amada Madre, ha salido en procesión con un acompañamiento de cirios que nunca se ha visto en esta festividad, disparándose en el tránsito infinidad de voladores y palmas, especialmente al pasar por las puertas de los casinos, duró la procesión más tiempo que el de costumbre, porque por algunos sitios aún no se puede pasar, por los muchos escombros que hay en las calles por efecto del terremoto y el lodo que han producido las lluvias. Dios quiera aliviarnos de tanto infortunio, 1886).