Irrumpe la devoción a la
Virgen de las Angustias (1709). Estamos en el siglo XVIII. Corría el mes de junio de 1709, cuando,
con motivo de una plaga de caballeta, que afectó a puntos dispersos de la
jurisdicción, llegó hasta la ciudad un religioso capuchino, pobre, para
conjurar el azote, dispuesto a permanecer el tiempo necesario, hospedado en
casa de vecino, a cargo del presupuesto municipal. Fue este fraile quien
propuso que, para facilitar el fin de la langosta, se habrían de nombrar dos
patronos: una imagen de la Virgen, para rendirle culto en una de las iglesias,
y un Santo, cuando encontramos por vez primera una alusión al patronazgo de la
Virgen de las Angustias: Que para el mejor éxito de la extinción de la
langosta tiene por preziso y conveniente el que por esta ciudad se señale por
su Patrona una de las imágenes de Nuestra Señora de las Angustias. A este
fin, se realizó el correspondiente sorteo, introduciendo el nombre de las
imágenes en un caldero, con el objetivo de señalar como tal Patrona para luchar
contra la plaga, la advocación cuya papeleta se extrajese dos veces. Las
repetidas fueron la Purísima y San Francisco de Asís. De todas
formas, el acto no sentó precedente inmediato, a la hora de fijar el patronazgo
de la Virgen de las Angustias pues, aunque la Purísima, fue
procesionada, con frecuencia, tanto con anterioridad como con posterioridad a
la fecha y durante todo el siglo XVII se celebró su patrocinio, tras el
nombramiento de San Francisco de Paula, en 1741, la documentación sólo se
refiere a él con claridad, como Único Patrón de Alhama. Y éste, nada
tuvo que ver con la plaga, según los autos seguidos por el licenciado don José Rafael de Rojas Sandoval, cura de la
iglesia mayor parroquial, para la consecución de la erección por Patrono al
Glorioso Patriarca San Francisco de Paula:
Por
cuia actiuidad y eficacia de derecho apoderado a benido efecto el que se aya
erejido y nominado canónicamente por el Ilustrísimo Señor Arzobispo de Granada
por único Patrono de esta dicha ciudad a dicho Glorioso Patriarca San Francisco
de Paula, como consta de su auto de erección y nominación, que se le dio a la
letra, después de lo qual el dicho don Joseph de Roxas, que precedía licencia,
se halló presente manifestó a la ciudad la singular onrra y conplasenzia que
adquiría en hauer contribuido a la satisfazión de la ciudad en la solicitud y
axenzia de un aumpto tan interesable y señalado, en que continuaría hasta su
perfezión, con los deuidos cultos y festiuas demostraciones al Santo Patriarca
y Patrono, siempre que el agrado de la ciudad se manifestase seruida en ella. Y
la ciudad, por medio del Señor Decano y en yntelixenzia de lo antecedente, hizo
la más uiua y deuota expresión de un efecto tan plausible.
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Sorteo del patronazgo de la Virgen de las Angustias y un
Santo en Alhama,
en 1709.
Que para el mejor éxito de la extinción de
la langosta tiene por preziso y conveniente el que por esta ciudad se señale
por su Patrona una de las imágenes de Nuestra Señora de las Angustias en las
iglesias y conventos y las hermitas della y un Santo de los de su elección y
deuozión. Y aora, para que la elección se haga con azierto, se echen suertes, y
que la imagen de Nuestra Señora y del Santo que saliere por dos vezes sean los
que ha de ser patronos a los quales la ciudad les ha de botar fiestas anuales
con toda solemnidad en los días que tubiere por más conveniente para que por su
interzesión y patrocinio se aplaque la justicia divina librándonos de esta
plaga de langosta este año y en los demás adelante. Y así lo pone en la
consideración de esta ciudad para que lo execute si lo tubiere por
conveniente.Y por esta ciudad entendido la dicha proposición acordó se execute
según y en la conformidad propuesta por dicho religioso capuchino. Y expresada
por dicho alcalde mayor se hizo el sorteo y entraron en él las sagradas
imágenes de la Purísima Concepción, Nuestra Señora del Rosario, Nuestra Sra. de
las Angustias, Ntra. Sra. del Carmen, Ntra. Sra. de la Caueza, Nuestra Señora
de los Remedios; y por dos bezes la de la Purísima Conzepzión.
Y se pasó a hazer el sorteo del Santo que a de ser patrono y
entraron en él el apóstol San Pedro, el patriarca San Joseph, el Evangelista
San Marcos, San Nicolás de Bari, San Antonio de Padua, San Francisco de Asís,
San Miguel, San Francisco de Paula, San Pedro de Alcántara, San Juan Baptista y
San Isidro Labrador; y así mesmo salió por dos vezes San Francisco de Asís. Y
la ciudad aprobó las dichas suertes y difirió a dicho cabildo el botarle y
señalarle fiestas anuales.
Si
la devoción a Nuestra Señora de las Angustias la comprobamos desde 1709, también comprobamos
cómo desde 1726 se denominaba ermita de las Angustias, cuando el
presbítero don
Pedro López de Ortigosa, hermano mayor de la Hermandad de la Caridad, en
la ermita de nuestra Señora de las Angustias, fabricaba una casa
hospital para todo género de pobres.
Es por ello que, a mediados del siglo, en 1752, La
Virgen y el Nazareno permanecían en su templo como debieron de
estarlo siempre y, por eso, los presbíteros don Juan Moreno y don Francisco
Jiménez de Raya pedían, como comisarios de la Hermandad de los Dolores,
que la ciudad se dignase asistir a su celebración en la iglesia parroquial: …como
comisarios de la Sagrada Congregación de Nuestra Señora de los Dolores, de la
ermita de Santa Cruz, con el título de Angustias, intramuros de la ciudad.
No
sabemos desde cuándo, pero en estos años ya existía la Hermandad de la
Virgen de las Angustias y su procesión general que, presumiblemente, desde
el principio, sería coincidente con el Viernes de Dolores, como
comprobamos en 1763, cuando se invitó a la ciudad a la fiesta mayor de la
Congregación de Nuestra Señora de las Angustias y a la procesión general
desde su ermita.
Y continuaba, en 1764, según certificación del escribano, de la rogativa
realizada en la iglesia mayor, ante el Santísimo Sacramento y San Francisco, y
de la procesión general, a la que asistieron las Hermandades de la Concepción,
de las Angustias y de la Aurora, participando un importante
concurso de vecinos alumbrando, el clero y la ciudad.
Es pues claro que, en el sentimiento
popular de la ciudadanía, la devoción tradicional a la Purísima y a la
de los Dolores llevó a considerar el patronazgo de la
Virgen de las Angustias, en 1709, en uno de los más severos episodios de
peste o de saltarén padecidos, donde se imploraba a la Inmaculada Concepción,
cuya advocación resultó dos veces repetida, identificada en ese acto con la Virgen
de las Angustias y, en 1763-1764, con la aparición de la Hermandad de
las Angustias. Por ello se puede considerar la centuria de tránsito hacia
la consagración definitiva de las Angustias, en el siglo XIX, cuando se
introdujo esta devoción, tan granadina, pues, para 1885, ya se recoge
explícitamente el patronazgo de la Virgen de las Angustias, en una
crónica del Defensor de Granada, cuando se alude a la ermita como, la ermita de Nuestra Patrona María Santísima
de las Angustias. Y lo vuelva a confirmar el catalán-español
Ventalló Vintró en 1885: Sobre éste se
halla la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias, patrona de Alhama, hermosa
imagen muy venerada por sus habitantes.
Es
evidente que la devoción a la Virgen en Alhama y la protección de la misma se
respiró desde la Reconquista, como bien ilustra la hazaña de Hernando del
Pulgar, cuando acude a Granada a fijar en la puerta de la mezquita mayor la
leyenda del Ave María. Hasta el siglo XVIII, bajo la advocación de la Inmaculada,
confundiéndose después con la Virgen de los Dolores y desembocando finalmente
en la aparición de la advocación de la Virgen de las Angustias.
Por
tanto, Alhama, donde se viven fervorosamente los actos de la Patrona todos los Viernes
de Dolores, cuenta con dos fechas históricas: 1752, cuando ya documentamos
los actos por la Hermandad de los Dolores, continuados en 1763, con su
fiesta, mayor
de la Congregación el viernes, 25 de marzo de ese año, el Viernes de Dolores.
El Patronazgo de
San Francisco se mantiene a lo largo del siglo XVIII y, además, Sánchez de
Gálvez reconoce que llegaba hasta sus días, o sea, hasta después del terremoto.
Dice: Circunstancias ajenas a la voluntad del vecindario, retardaron el
Breve de Roma, que fue obtenido de la Santidad de Pío VI, el 30 de abril de
1790. Desde entonces hasta la fecha subsiste el Patronato; empero la devoción
ha tenido diversas fases. También afirma Gálvez que la devoción a la Virgen
de las Angustias como Patrona se mantuvo férreamente y por ello se creó en el siglo XIX una
asociación de siervos devotos de María, que hacía a la Virgen un lujoso septenario
el Viernes de Dolores: pues es tanta la fe y piedad de los alhameños para
con la dolorida Señora, que parece no tienen otro ángel tutelar, ni conocen
otra fiesta que la suya.
Ermita de
la Santa Cruz y de las Angustias,
en un grabado anónimo del siglo XIX.
Por
otro lado, en 1860, también confirmamos la devoción tradicional que se tenía en
Alhama a la Virgen de las Angustias, como lo reconocía su mismo alcalde
constitucional Antonio Luis de Montes, cuando proponía al pleno hacer una
procesión de la Virgen de las Angustias a la que la generalidad de
los vecinos se había encomendado desde siempre, desde la iglesia de las
Angustias a la Parroquia, y se coloque en el altar acostumbrado. De esta manera, más o menos inconsciente, se
iría configurando el patronazgo actual de la Virgen de las Angustias,
materializado en Alhama para cuando tomó impulso, desde 1887, tras el refrendo
que la Santa Sede hiciera del patronazgo para Granada, después de llevar cien
años su Ayuntamiento considerándola Patrona[9].